Aparte de todas estas desgracias que le pueden ocurrir a un portero, tiene su parte buena, sobre todo cuando te paras un balón, sientes una presión en el pecho de tan solo pensar que as salvado a tu equipo de un tiro del rival.
- Coger la pelota con las dos manos.
- Que nadie le empuje y le ahoguen.
- Saber que sin ti no harían nada...
Hay mas pero escribir todas seria imposible ya que hay un montonazo. Y no solamente eso, sino que es al que más le animan y aplauden al final o en medio de algún partido. Un saludo a todos y no tengo que repetir lo que siempre os digo.
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